26 Oct 2022

Más de 1300 personas nos visitaron durante La Noche de los Museos

Después de los dos años de pausa obligada por la pandemia, la Fundación Instituto Leloir (FIL) volvió a abrir sus puertas para ofrecerle al público la posibilidad de conocer los temas que se investigan en sus diferentes laboratorios a través de diversas propuestas para grandes y chicos.

El público disfrutó de las actividades organizadas por los investigadores y becarios (Foto: Francisco Di Sabato).
A pesar del clima frío del exterior, dentro de la Fundación Instituto Leloir (FIL) el sábado 22 de octubre se vivió como una hermosa noche de primavera: las 1300 personas que se acercaron para participar de las propuestas que nuestras científicas y científicos habían preparado para la  nueva edición de La Noche de los Museos llenaron de calidez el reencuentro tan esperado, después de la pausa de dos años que debimos hacer mientras colaborábamos para hacer frente a la pandemia.  

Bajo la minuciosa organización de tres de nuestros investigadores –Jimena Rinaldi, Sabrina Mansilla y Mariano García Hourquet–, y la colaboración y el entusiasmo del resto de los integrantes de la FIL, grandes y chicos tuvieron la posibilidad de conocer el trabajo de los distintos laboratorios del instituto. Además, a través de diversos experimentos y juegos, pudieron aprender desde qué son el ADN y las proteínas hasta cómo actúan los virus, para qué sirven las vacunas y cómo se realizan los estudios de neurociencia.   
La fila para ingresar al Instituto fue constante.
“Fue una excelente experiencia. Un acercamiento a la ciencia que nos permitió aprender sobre temas muy interesantes a los que habitualmente no tenemos tanto acceso”, dijo Mariana Bianchi, psicóloga y vecina del barrio de Caballito, quien también destacó “el entusiasmo y profesionalismo de todas las personas del instituto”. Cerca de ella, Marcelo, que estaba acompañado por su mujer, María, y sus dos hijos, aseguró que se sumaron a la propuesta porque Bruno, de 9 años, quiere ser biólogo. “A los chicos les encantó el stand para extraer ADN de la banana. Ya escaneamos el código QR y lo vamos a hacer en casa”, prometió.  

Por su parte, Milagros contó que a su hijo Agustín de 8 años –que no se quiso sacar en ningún momento la peluca de pelo blanco alborotado que trajo desde su casa– le encanta hacer experimentos. “Vivimos cerca y pasamos todas las mañanas cuando lo llevo a la escuela. Siempre pregunta qué se hace en este edificio, así que cuando vi que se podía visitar no lo dudé”.
El stand para aprender a extraer el ADN de una banana fue uno de los “hits” de la noche (Foto: Francisco Di Sabato).
En los laboratorios de la FIL los científicos investigan para entender los procesos fundamentales que ocurren en las células y en enfermedades como cáncer, Alzheimer, Parkinson y Esclerosis Múltiple. Además, generan conocimiento básico sobre la biología de las plantas para contribuir con el sector agropecuario; y también estudian los mecanismos moleculares detrás de infecciones virales como dengue y zika. Y durante la pandemia tuvieron un rol clave tanto en el desarrollo de los kits para detectar al SARS-CoV-2 como para entender mejor acerca de la eficacia y seguridad de las vacunas contra COVID-19. 
Los visitantes también pudieron participar de charlas de divulgación (Foto: Francisco Di Sabato).
“Nos produjo mucha alegría volver a abrir las puertas para que nuestros jóvenes científicos pudieran contarle a la comunidad, con su frescura y entusiasmo, la ciencia que hacemos”, resaltó Ángeles Zorreguieta, Directora de la FIL, quien concluyó: “Y fueron conmovedoras la respuesta y la curiosidad de la gente”.