El Instituto Leloir fue fundado el 3 de noviembre de 1947 por el Dr. Luis Federico Leloir con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la población y promover el desarrollo del país a través de la investigación básica y la formación de recursos humanos altamente especializados en ciencia.
 

El Instituto de Investigaciones Bioquímicas Fundación Campomar, hoy Fundación Instituto Leloir (FIL), comenzó a funcionar en una vieja casa ubicada en la calle Julián Álvarez 1719, en la ciudad de Buenos Aires, con el apoyo económico del empresario textil Jaime Campomar.  Hoy la conforman más de 200 investigadores y becarios (en su mayoría del CONICET) distribuidos en 25 laboratorios, y más de medio centenar de profesionales que integran el staff técnico, administrativo y servicios generales.

“La pasión y el compromiso por el conocimiento demostrados por el Dr. Leloir y su equipo desde el primer día en que pusieron en marcha nuestra fundación, consiguiendo descubrimientos que impactaron en la ciencia y en la medicina a nivel mundial, es fuente de inspiración para el trabajo que realizamos cada día en la FIL en todos los niveles, humano, científico e institucional”, afirma Vanesa Gottifredi, presidenta de la FIL.

El crecimiento, tanto de la producción como de la cantidad de científicos, impulsaría luego dos mudanzas sucesivas: en 1958, a la calle Vuelta de Obligado 2490, en el barrio de Belgrano, donde Leloir se enteraría de haber ganado el Premio Nobel de Química de 1970. Y en 1983, a la actual sede en Parque Centenario.
 

A medida que la FIL crecía se fueron abriendo nuevas áreas de investigación y hoy se realiza ciencia básica en cáncer, neurociencia, microbiología y enfermedades Infecciosas, biología celular y del desarrollo, bioquímica y biología estructural, y bioinformática y biología computacional para contribuir al desarrollo de soluciones terapéuticas en el área de salud y estrategias tecnológicas para mejorar la producción agrícola.

La ciencia de la FIL al servicio de la comunidad

Apenas se declaró la emergencia sanitaria por la pandemia por COVID-19, para brindar soluciones los científicos de la FIL se sumaron con diferentes proyectos a la “Unidad Coronavirus Covid-19”, impulsada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y el CONICET.

En tiempo record investigadores de la FIL desarrollaron “COVIDAR”, el primer test serológico argentino para COVID-19. Fue aprobado por ANMAT el 12 de mayo de 2020 y desde entonces se empleó para el control de la transmisión en barrios, el cuidado del personal de salud, vigilancia en personal de geriátricos, selección de donantes de plasma para terapias y estudios clínicos,  la medición de anticuerpos generados por las vacunas y otros fines.

También se está desarrollando CoroVaxG.3, una vacuna contra las diferentes variantes del nuevo coronavirus  SARS-CoV-2 y se está optimizando “COVIDAR Ag”,  un test rápido de antígenos para COVID-19.

“Durante la pandemia, la FIL y el sistema científico argentino en su conjunto demostraron que pueden adaptarse y contribuir con la generación de soluciones que atienden a los objetivos prioritarios de una sociedad. Versatilidad, efectividad y generosidad de investigadores y becarios que, en mi opinión, ya han hecho historia. Más que nunca, la FIL está inmersa en la sociedad que la rodea y estoy segura que hay muchas más soluciones por entregar”, concluyó Gottifredi.