13 Ago 2020

Diego Ojeda, integrante del equipo que desarrolló el primer test serológico argentino para COVID-19

Forma parte del laboratorio de Andrea Gamarnik en la Fundación Instituto Leloir (FIL). Participa de la selección de plasmas donados por convalecientes para ensayos clínicos con fines terapéuticos y coordinó el estudio de validación de un kit para la toma de muestras en testeos serológicos para COVID-19 en barrios y personal de riesgo.
Diego Ojeda forma parte de los recursos científicos movilizados para contribuir con el control de la pandemia. Su participación en el desarrollo de COVIDAR IgG, el primer test serológico argentino para COVID-19, fue clave.

Diego Ojeda coordinó el estudio de validación de Serokit para la toma de muestras en testeos serológicos para COVID-19 en barrios y personal de riesgo.


“La demostración de que los recursos humanos formados por el sistema científico argentino pueden dar respuesta rápida para controlar la pandemia es un verdadero orgullo”, afirma Ojeda, becario postdoctoral de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) en la FIL.
La línea habitual de investigación de Ojeda es el virus de dengue. “Estudio sus mecanismos moleculares de replicación y de evasión del sistema inmune para contribuir al desarrollo futuro de vacunas y antivirales efectivos”, indica. Y agrega que los conocimientos en virología molecular adquiridos en el laboratorio de Gamarnik le permitieron contribuir al desarrollo de COVIDAR IgG aprobado por ANMAT a comienzos de mayo.

Estudios epidemiológicos en barrios y en personal de riesgo

Ojeda coordinó la validación de un método rápido de toma de muestra para la utilización del kit COVIDAR IgG a partir de una gota de sangre. La muestra tomada por punción del dedo se colecta en tubos con un conservante que son parte de un SEROKIT que fue desarrollado originalmente por el laboratorio Lemos para estudios de seroprevalencia de la enfermedad de Chagas.

“La adaptación de COVIDAR IgG es útil para controlar el avance de la pandemia y realizar estudios epidemiológicos en barrios y en personal de riesgo”, señala Ojeda quien realizó su carrera de Licenciatura en Genética en Misiones y se doctoró en la Facultad de Medicina de la UBA antes de sumarse al equipo de Gamarnik.
COVIDAR IgG es útil para detectar personas que estuvieron o están infectadas, incluso aquellas que no tuvieron síntomas. “La combinación de SEROKIT y nuestro test serológico constituyen una herramienta de rastreo que sirve para definir por dónde circuló o por donde está circulando el virus en la población y así tomar medidas de control”, destaca Ojeda.

La adaptación de COVIDAR IgG también se emplea para el estudio del personal de salud. “Es muy importante cuidar la salud de médicos, enfermeros, ambulancieros y personal administrativo, logístico y de limpieza que se arriesgan todos los días para cuidarnos”, subraya Ojeda.

Plasma de convalecientes

Ojeda también integra el grupo de investigación que colabora en la “titulación” o determinación de los niveles de anticuerpos que tienen los sueros donados por convalecientes para evaluar su posible aplicación a personas que están cursando la enfermedad.

“Nuestra tarea es contribuir en la identificación de aquellos plasmas de convalecientes que tienen anticuerpos contra el nuevo coronavirus para ser empleados en los ensayos clínicos que se están realizando en distintos hospitales. En este sentido COVIDAR IgG sirve para determinar tanto la presencia como la cantidad de anticuerpos presentes en el plasma”, afirma Ojeda.

Uno de esos estudios clínicos lo lidera Ventura Simonovich, jefe de la sección Farmacológica Clínica del Hospital Italiano de Buenos Aires. El objetivo es determinar la eficacia del plasma de convalecientes para el tratamiento de neumonía moderada por COVID-19.

Del desarrollo de “COVIDAR IgG” también participaron Marcelo Yanovsky y Julio Caramelo, jefes de laboratorio de la FIL; otros doctorandos y jóvenes doctores que integran el grupo de Gamarnik: María Mora González López Ledesma, Horacio Martín Pallarés, Guadalupe Costa Navarro y Lautaro Sánchez; y Jorge Carradori, del Laboratorio Lemos.

El proyecto se realiza en el marco de la “Unidad Coronavirus Covid-19” impulsada por  el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) y recibió el apoyo del Fondo para la Convergencia del Mercosur (FOCEM), la Fundación Williams y la Asociación Civil Siempre Ayuda Nunca Dañes (SAND).