02 Jun 2022

Consorcio internacional para el estudio de proteínas relevantes para la salud humana

Grupos de bioinformáticos de centros de investigación de Argentina y de Europa se reunieron en la Fundación Instituto Leloir (FIL) tras una semana de eventos para discutir los avances alcanzados durante cinco años de colaboración y para establecer los objetivos en el próximo futuro.

Grupos de bioinformáticos de centros de investigación de Argentina y de Europa se reunieron en la Fundación Instituto Leloir (FIL) tras una semana de eventos para discutir los avances alcanzados durante cinco años de colaboración y  para establecer los objetivos en el próximo futuro.

De izq. a der. en primera fila: Toby Gibson, Silvio Tosatto, Cristina Marino-Buslje, Peter Tompa y Ana Julia Vélez Rueda. De izq. a der. en segunda fila: Lucía Chemes, Alexander Monzón, Gustavo Parisi, Matyas Pajkos y Sebastián Fernández Alberti.

Desde 2017 el consorcio IDPfun – Driving the functional annotation of Intrinsically Disordered Proteins – desarrolla métodos computacionales para estudiar cierto tipo de proteínas fundamentales en numerosas funciones biológicas y que a la vez podrían estar involucradas en la génesis de enfermedades como el cáncer, el Parkinson, el Alzheimer y las infecciones virales.

Las proteínas que investigan se llaman “intrínsecamente desordenadas” o IDP según sus siglas en inglés, “un tipo de moléculas que de acuerdo con la evidencia se asocia a numerosas enfermedades”, indicó Cristina Marino-Buslje, jefa del Laboratorio de Bioinformática Estructural  en la FIL e investigadora del CONICET. Y agregó: “El estudio de las IDP es útil para comprender funciones fisiológicas de las células y en el caso de su disfunción, es útil para el desarrollo futuro de terapias innovadoras contra muchas enfermedades complejas”.

El consorcio internacional está integrado por el grupo de Marino-Buslje y colegas del CONICET en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). También por colegas de Italia, Hungría, Irlanda, Bélgica y del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), conformado por centros de investigación de 18 países del continente.

En 2017 la Comisión Europea a través del prestigioso Programa Marco de Innovación e Investigación Horizonte 2020 y la Acción Marie Sk?odowska-Curie para la promoción de la ciencia, le otorgó a este consorcio cerca de  un millón y medio de euros para estudiar las IDP. “Desde entonces  trabajamos en el desarrollo de métodos computacionales que nos han permitido dilucidar mecanismos básicos que regulan a las IDPs”, indicó Marino-Buslje.

Además de la estancia en distintos laboratorios,  el trabajo del consorcio se ha complementado con la participación en cursos y congresos. “Estas experiencias han sido sobre todo para estudiantes de doctorado e investigadores jóvenes, lo cual complementa y enriquece muchísimo su formación. También se han desplazado investigadores en una instancia más avanzada en sus carreras lo que fortalece los lazos y promueve la colaboración de los distintos grupos”, puntualizó Marino-Buslje.

La investigadora agregó que se ha avanzado muchísimo en el estudio de las IDP  que son aproximadamente el 40% de todas las proteínas humanas. Y enfatizó: “La clave del éxito de este avance es el apoyo económico a la investigación y a la reunión de un grupo interdisciplinario de investigadores de los dos continentes, aportando cada uno sus experiencias”.

Los resultados del consorcio internacional han generado más de 25 trabajos publicados en revistas científicas internacionales, la creación de numerosas herramientas computacionales puestas a disposición de toda la comunidad científica en repositorios abiertos y numerosos congresos y cursos realizados.

Por primera vez desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, los líderes del consorcio IDPfun se encontraron en Argentina en ocasión de algunos eventos con sesiones de training y de charlas científicas organizados en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de UNSAM y en la FIL. Asimismo hubo encuentros entre los jefes de grupo del consorcio y representantes de estudiantes y una reunión en FIL para discutir los resultados obtenidos y acciones futuras.

Además de Marino-Buslje, los líderes del consorcio también son Silvio Tossato, del  Departamento de Ciencias Médicas de la Universidad de Estudios de Padua, en Italia; Gustavo Parisi, jefe de la Unidad de Bioinformática Estructural de la UNQ; Lucía Chemes, investigadora, del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB), que depende de la UNSAM; Zsuzsanna Dosztanyi de la Universidad Eötvös Loránd, en Hungría; Denis Shields, del University College de Dublín, en Irlanda; Peter Tompa, de la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y Toby Gibson, del Laboratorio europeo de Biología Molecular (EMBL) y también ha sido fundamental el apoyo de la licenciada Diana Battistella como “Grant Manager” con sede en la Universidad de Padua.