Durante un acto realizado en la sede de la Fundación Instituto Leloir (FIL), se realizó la entrega de la quinta edición del Premio Fima Leloir “a la Excelencia Científica de Jóvenes Investigadores”. En esta ocasión resultó ganadora de los 15 mil dólares que se otorgan como estímulo para continuar con una carrera promisoria, la doctora en Química y directora del Laboratorio de Bionanotecnologías del INQUIMAE (CONICET-UBA), Ana Sol Peinetti. Los científicos Agustín Mangiarotti, del Centro de Investigaciones en Química Biológica de Córdoba (CIQUIBIC), y María José Iglesias, directora del Laboratorio “Regulaciones Redox en Plantas”, del IFIBYNE, obtuvieron menciones especiales de honor.

“Nuestro sistema científico atraviesa hoy una etapa compleja. Y justamente por eso, hoy más que nunca, es indispensable cuidar, sostener y acompañar la ciencia como una política estratégica para el futuro del país”, señaló al comienzo de la ceremonia Angeles Zorreguieta, directora de la Fundación Instituto Leloir (FIL), luego de agradecer especialmente a Fima Leloir, “por haber impulsado este premio que celebra el esfuerzo, el talento y la vocación científica de nuestros jóvenes”. “Los jóvenes –continuó– son el motor de nuestros laboratorios. Son energía que renueva ideas. Son el futuro”.

Precisamente, el premio instaurado en 2017 por Josefina “Fima” Leloir, sobrina y ahijada del Premio Nobel de Química en 1970, busca estimular la carrera de científicos jóvenes que desarrollan su trabajo en la Argentina.

Antes de la entrega formal de los reconocimientos, la ceremonia tuvo un espacio especial para la celebrar los 40 años del Programa de Divulgación Científica de la FIL, iniciativa que comenzó tímidamente en 1985 con un programa de becas full time para formar periodistas científicos y que, lo largo de estas cuatro décadas, fue adquiriendo distintas formas. Luego de un breve video que repasó la historia, los animadores del evento, Nerina Gonzalez y Tomás Peters –ambos becarios doctorales del CONICET en la FIL– presentaron “Salsa golf”, el flamante streaming que ellos también conducen y con el que se busca seguir tendiendo puentes entre la ciencia y la sociedad de una manera descontracturada.

Emocionados, Silvia y Pablo, hijos de Enrique Belocopitow, el creador de nuestro Programa de Divulgación, estuvieron presentes en el acto y celebraron la iniciativa.

Reconocimientos

El acto realizado durante el atardecer del 27 de noviembre contó con la presencia de autoridades nacionales, como José Luis Acevedo, subsecretario de Ciencia y Tecnología; y Paula Zingoni, directora nacional de Articulación Institucional en Ciencia y Tecnología. También, de representantes de organizaciones benefactoras y empresas colaboradoras; autoridades y staff de la FIL; y de la hija y una de las nietas de Luis F. Leloir, Amelia Leloir y Amelie Lanús, respectivamente.

Antes de la entrega del premio principal, subió al escenario a recibir su diploma de honor María José Iglesias, directora del Laboratorio “Regulaciones Redox en Plantas” del IFIBYNE; mientras que Agustín Mangiarotti, del Centro de Investigaciones en Química Biológica de Córdoba (CIQUIBIC), mandó un mensaje grabado porque no pudo asistir.

Fue la propia Josefina Leloir quien entregó el reconocimiento a Peinetti. Tras el aplauso del público, la científica reflexionó sobre la importancia de contar con este tipo de iniciativas. “Nuestro sistema educativo y científico siempre ha apuntado a ser de la mejor calidad y a garantizar el acceso a todas las personas. Esa enorme tarea ha pasado por períodos en los que el Estado ha estado presente, apuntalando y expandiendo capacidades, y otros en los que hubo menos apoyo e incluso hostilidad. La resiliencia que caracteriza a nuestro sistema científico es algo que siempre me pareció admirable”, dijo.

Luego, Peinetti agradeció a la universidad pública, en particular a la Facultad de Ciencias Exactas, donde se formó; y al CONICET, “por la tradición de buscar la excelencia académica y científica para formar a las y los mejores profesionales”. “Esta búsqueda –continuó– es algo que comparto profundamente y que me hace sentir orgullosa y elegir a mi país como lugar para hacer ciencia. Porque para mí, estar acá e intentar buscar soluciones a nuestros problemas, es lo que le da sentido a mi trabajo en el día a día. Ojalá que en estos tiempos de ataque a la ciencia las nuevas generaciones podamos resistir y continuar con este legado”. Por último, la investigadora resaltó: “Este premio es el tipo de apoyo claro y necesario que ayuda a recordar que la ciencia argentina es importante y que no la debemos descuidar”.

Fernanda Ceriani, jefa de Laboratorio de Genética del Comportamiento y presidenta del Consejo de Administración de la FIL, fue la encargada de cerrar la ceremonia. “La tarea del científico no se limita a generar conocimiento, sino que también consiste en formar a otros científicos. Ustedes han demostrado ya su capacidad para hacer ciencia. Nuestro país necesita escuelas que enseñen el método científico y, sobre todo, desarrollen el espíritu crítico. Que emancipen”, les dijo a los ganadores. Y añadió: “Mi deseo es que ustedes formen escuelas que cuiden los intereses de nuestro país. Espero que este premio les sirva de inspiración para no perder nunca ese Norte”.

El Premio Fima Leloir se otorga cada dos años a científicos cuyo título de Doctor tenga menos de 10 años de antigüedad a la fecha de cierre de la convocatoria. Los ganadores de las ediciones anteriores fueron Emilio Kropff (FIL); Federico Ariel (entonces en el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral, en la actualidad en el IFYBINE); Ezequiel Petrillo (IFYBINE); y Daiana Capdevila (FIL).

En esta oportunidad, Peinetti ganó por el voto unánime de los cinco miembros del jurado: Claudia Lanari (IByME); José Echenique (CIBICI-Universidad Nacional de Córdoba); María Elena Álvarez (CIQUIBIC); Juan D. Goutman (INGEBI); y Ariel Chernomoretz (FIL).