27 Ene 2015

Investigadores de FIL revelan que las nuevas neuronas están “ávidas” por transmitir información


El hallazgo, publicado en la destacada revista científica Neuron, ilumina un proceso clave del aprendizaje y la memoria y podría servir como herramienta para investigar la acción de fármacos y su correlación con patologías neuropsquiátricas.


Fundación Leloir - Revelan que las nuevas neuronas están “ávidas” por transmitir información Los protagonistas del hallazgo. El doctor Alejandro Schinder, jefe del Laboratorio de Plasticidad Neuronal del Instituto Leloir, algunos integrantes de su equipo, Mariela Trinchero, Damiana Giacomini, Sung Min Yang, Natalia Beltramone, el doctor Guillermo Lanuza, jefe del Laboratorio de Genética del Desarrollo Neural del Instituto Leloir quien colaboró con la investigación, y Diego Álvarez.


Al contrario de lo que postulaba un dogma clásico de la biología, desde hace un par de décadas se sabe que el cerebro sigue fabricando neuronas durante toda su vida, un proceso conocido como “neurogénesis”. Sin embargo, los científicos todavía ignoran cuál es la función de esas nuevas neuronas y de qué manera se integran con el resto de las existentes. Ahora, un estudio realizado en nuestra institución revela que las flamantes células nerviosas están particularmente “ávidas” por transmitir información proveniente de los sentidos, porque tienen menos frenos o inhibiciones que aquellas ya establecidas.



“Sería un mecanismo muy eficiente para codificar nuevas memorias”, asegura el autor principal del trabajo, el doctor Alejandro Schinder, jefe del Laboratorio de Plasticidad Neuronal de nuestra Fundación, para quien este hallazgo permitirá no sólo comprender el funcionamiento biológico del cerebro en condiciones de salud sino también en procesos degenerativos, como la enfermedad de Alzheimer.


Fundación Leloir - Revelan que las nuevas neuronas están “ávidas” por transmitir información Foto de neuronas nuevas. Se van integrando al circuito cerebral a medida que fijan en la memoria experiencias novedosas.
Créditos: Diego Álvarez


El nuevo trabajo demuestra que, a diferencia de las neuronas maduras, aquellas jóvenes que se van “fabricando” son muy eficientes para transmitir información a otros grupos de neuronas con las que están conectadas. “Desde el punto de vista eléctrico, están hipersensibles y alertas, con una gran avidez por transmitir nueva información proveniente de los sentidos como la visión o el olfato”, puntualiza el investigador.



Mediante el empleo de una novedosa técnica “optogenética”, que permite activar de manera selectiva las neuronas nuevas del cerebro utilizando iluminación de tipo láser, Schinder y sus colegas descubrieron que las neuronas nuevas y jóvenes adquieren ese alto grado de excitabilidad porque están “desenchufadas” de los mecanismos típicos de inhibición a la que se encuentran expuestas el resto de las neuronas maduras del circuito.



Para posicionar estos resultados en un contexto global de la función cerebral, los científicos elaboraron un modelo computacional que permitió determinar que esta manera de armar las conexiones, primero en forma desinhibida y luego más regulada, “aportaría un mecanismo muy eficiente para codificar nuevas memorias”, añade.



El trabajo experimental de Schinder y sus colegas ha sido “exquisito”, elogia por su parte el doctor Osvaldo Uchitel, director del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigador del CONICET.



“Los resultados experimentales y el modelo computacional desarrollado serán herramientas fundamentales para investigar la modulación de estos mecanismos por la experiencia o la acción de fármacos y su correlación con patologías neuropsiquiátricas donde parece ser crítica la falta de maduración de las neuronas del giro dentado”, enfatiza Uchitel.



Schinder comparte la misma esperanza. “Entender en profundidad cómo se remodelan los circuitos del hipocampo adulto podría servir para inspirar, en el futuro, posibles estrategias de reparación cerebral”, subraya.



El estudio fue llevado a cabo por Silvio Temprana, Lucas Mongiat, Sung Min Yang, Mariela Trinchero, Diego Álvarez, Emilio Kropff, Damiana Giacomini y Natalia Beltramone, del laboratorio de Schinder, y contó con la colaboración de Guillermo Lanuza, jefe del Laboratorio de Genética del Desarrollo Neural del Instituto Leloir.


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Nota de La Nación

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