27 Dic 2021
“Este reconocimiento es un incentivo para seguir trabajando”
Luciana Capece, investigadora del investigadora del CONICET en el Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE), ganó una mención especial de la tercera edición del Premio Fima Leloir “A la Excelencia Científica de Jóvenes Investigadores” instaurado por Josefina Hortensia “Fima” Leloir, sobrina y ahijada del doctor Luis Federico Leloir, Nobel de Química 1970.
Luciana Capece (der.) Maria Fabiana Drincovich (centro), presidenta del jurado, y Nora Bär, presentadora de los premios Fima Leloir 2021. Créditos: Ezequiel Briff
“Estoy muy agradecida por la mención especial del Premio Fima Leloir, significa un incentivo para seguir trabajando, no siempre es fácil repartirse el tiempo entre el rol de investigadora y el rol de mamá”, indica Capece, doctora en Química e investigadora del CONICET en el INQUIMAE, que depende la UBA y del CONICET.
Capece trabaja en el desarrollo y aplicación de métodos de simulación computacional, basados en modelos fisicoquimicos para el estudio de diversos procesos en biomoléculas, más especialmente en proteínas. Y estudia, por ejemplo, la unión de ligandos (sustancias que forman un complejo con una biomolécula para cumplir un propósito biológico) a regiones de proteínas y los cambios que producen en su función.
Sus trabajos han ayudado a dilucidar procesos moleculares que regulan al patógeno responsable de la tuberculosis, otros vinculados con cáncer y también a cambios en proteínas como la frataxina, vinculada con la ataxia de Friedreich (un trastorno degenerativo cuyo principal síntoma es la dificultad para coordinar los movimientos).
“Los métodos de simulación computacional son de gran utilidad para colaborar al desarrollo de nuevas drogas para diferentes patologías”, puntualiza Capece, de 39 años de edad y también profesora adjunta en el Departamento de Química Inorgánica, Analítica y Química Física de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.
Capece hizo la carrera de grado y el doctorado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y realizó una estadía postdoctoral en el “Escuela Alemana de Investigación en Ciencias de la Simulación” en la localidad de Julich, en Alemania.
Durante su carrera, Capece trabajó en el estudio de distintas proteínas, en la mayoria de los casos de manera conjunta con colegas que trabajan en los mismos sistemas de manera experimental.
“La gran ventaja de utilizar estrategias de simulación es que tienen un costo mucho menor a las estrategias experimentales, son rápidas y nos permiten un detalle atómico-molecular que es más difícil de conseguir en los experimentos”, afirma. Y continúa: “Además, al ser de bajo costo, permiten orientar los experimentos de manera de generar información conjunta que seguramente permitirá entender en mucha mayor medida los procesos que nos interesan estudiar”.
Luciana Capece (der.) Maria Fabiana Drincovich (centro), presidenta del jurado, y Nora Bär, presentadora de los premios Fima Leloir 2021. Créditos: Ezequiel Briff“Estoy muy agradecida por la mención especial del Premio Fima Leloir, significa un incentivo para seguir trabajando, no siempre es fácil repartirse el tiempo entre el rol de investigadora y el rol de mamá”, indica Capece, doctora en Química e investigadora del CONICET en el INQUIMAE, que depende la UBA y del CONICET.
Capece trabaja en el desarrollo y aplicación de métodos de simulación computacional, basados en modelos fisicoquimicos para el estudio de diversos procesos en biomoléculas, más especialmente en proteínas. Y estudia, por ejemplo, la unión de ligandos (sustancias que forman un complejo con una biomolécula para cumplir un propósito biológico) a regiones de proteínas y los cambios que producen en su función.
Sus trabajos han ayudado a dilucidar procesos moleculares que regulan al patógeno responsable de la tuberculosis, otros vinculados con cáncer y también a cambios en proteínas como la frataxina, vinculada con la ataxia de Friedreich (un trastorno degenerativo cuyo principal síntoma es la dificultad para coordinar los movimientos).
“Los métodos de simulación computacional son de gran utilidad para colaborar al desarrollo de nuevas drogas para diferentes patologías”, puntualiza Capece, de 39 años de edad y también profesora adjunta en el Departamento de Química Inorgánica, Analítica y Química Física de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.
Capece hizo la carrera de grado y el doctorado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y realizó una estadía postdoctoral en el “Escuela Alemana de Investigación en Ciencias de la Simulación” en la localidad de Julich, en Alemania.
Durante su carrera, Capece trabajó en el estudio de distintas proteínas, en la mayoria de los casos de manera conjunta con colegas que trabajan en los mismos sistemas de manera experimental.
“La gran ventaja de utilizar estrategias de simulación es que tienen un costo mucho menor a las estrategias experimentales, son rápidas y nos permiten un detalle atómico-molecular que es más difícil de conseguir en los experimentos”, afirma. Y continúa: “Además, al ser de bajo costo, permiten orientar los experimentos de manera de generar información conjunta que seguramente permitirá entender en mucha mayor medida los procesos que nos interesan estudiar”.