05 Abr 2019

El Instituto Leloir fue sede del acto de apertura del Concurso de Crecimiento de Cristales 2019 para Colegios Secundarios de Argentina

La Asociación Argentina de Cristalografía (AACr) organiza desde 2014 un concurso de crecimiento de cristales para colegios secundarios en el que ya han participado más de 3000 alumnos de todas las provincias de nuestro país. Este año, la Fundación Instituto Leloir (FIL) fue la sede elegida para el lanzamiento de su sexta edición que ya abrió su inscripción. El concurso cuenta con el apoyo principal del Programa de Promoción de Vocaciones Científicas (VocAr) del CONICET.

El Instituto Leloir fue sede del acto de apertura del Concurso de Crecimiento de Cristales 2019 para Colegios Secundarios de Argentina.


“El objetivo de esta actividad es que los alumnos, y también sus docentes, adquieran a través de la experimentación conocimientos sobre la cristalografía y el crecimiento de cristales y en este proceso despertar el interés de los estudiantes por las ciencias exactas y naturales, imprescindibles para el desarrollo de nuestro país”, señaló Sebastián Klinke, Vicepresidente de la AACr y responsable del Servicio de Cristalización y Resolución de estructuras tridimensionales de proteínas a través de difracción de rayos X que funciona en la FIL.

La cristalografía es una disciplina que a través del empleo de diferentes metodologías permite estudiar la materia a nivel atómico y a partir de ese conocimiento producir aplicaciones en diferentes campos. Esta rama del conocimiento dio lugar a importantes avances en ciencia (física, química, biología, ingeniería, geología y ciencia de materiales) habiéndose otorgado ya casi 30 premios Nobel a científicos que la aplicaron en sus descubrimientos. La técnica permitió determinar la famosa “doble hélice” del ADN, revelando el mecanismo de la transmisión de información genética. “Hoy en día se puede descifrar con alta resolución la estructura tridimensional de moléculas biológicas de gran tamaño presentes en virus, parásitos, bacterias y células y diseñar así fármacos para diversos tratamientos”, explicó Klinke quien también es investigador del CONICET.

El concurso se trata de una actividad grupal en donde los alumnos, guiados por sus docentes, deberán realizar una experiencia de crecimiento cristalino entre los meses de mayo y septiembre utilizando sustancias sencillas y de fácil disponibilidad tales como sacarosa (azúcar común), sulfato de cobre, cloruro de sodio (sal común), alumbre de potasio, fosfato diácido de potasio y bórax. Todo el proceso deberá ser documentado en un video (con una duración máxima de 4 minutos) o un informe (con una extensión máxima de 5 páginas), que se enviará al comité organizador para su evaluación. Los grupos seleccionados serán invitados a presentar sus trabajos en una jornada de finalistas a realizarse en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA en noviembre próximo.

Como apoyo a la actividad, la AACr organizará talleres de capacitación docente sobre cristalografía y crecimiento de cristales a lo largo de todo el país entre abril y junio.

La alumna Alfonsina Arenas, ahora egresada del Colegio de Jesús de Salta Capital, ganó – bajo la supervisión de la profesora Carolina Carrasco – una medalla de plata en la competición que la Unión Internacional de Cristalografía organizó el año pasado.


En paralelo al concurso nacional, la Unión Internacional de Cristalografía (IUCr) organiza un concurso internacional de crecimiento de cristales para todos los estudiantes del mundo menores de 18 años. “Es muy importante destacar que Argentina es el país que más trabajos ha presentado y que más premios ha logrado en total en los últimos 5 años. Escuelas de todo el país han obtenido medallas de oro, plata y bronce y menciones de honor en esta exigente competencia mundial”, afirma Klinke.

Por ejemplo la alumna Alfonsina Arenas, ahora egresada del Colegio de Jesús de Salta Capital, ganó – bajo la supervisión de la profesora Carolina Carrasco – una medalla de plata en la competición que la IUCr organizó el año pasado. Además, su trabajo – descrito en un video -fue galardonado como “La sorpresa de la final” en el concurso nacional de 2018.

“Más allá de aprender y dominar ciertas técnicas y conceptos, la cristalografía me enseñó muchísimas cosas que me cambiaron. Aprendí que muchas veces las cosas no salen como uno quiere, pero eso no significa que debamos abandonar o dejar de intentar, tal vez suene muy típico, pero llevarlo a la práctica es algo realmente difícil”, afirmó Arenas.

Arenas aprecia el apoyo de sus compañeras y profesora. “La sensación de haber ganado un premio nacional y otro internacional fue inigualable, ya que si bien sabía que había dado lo mejor de mí, jamás imaginé que podría llegar tan lejos”, asegura. Y agrega: “Sin dudas esta experiencia fomentó mi vocación por la ciencia, actualmente me encuentro cursando el primer año de la Licenciatura en Química en la Universidad Nacional de Salta”.

Para Carrasco los talleres de capacitación docente de la AACr “brindan las herramientas necesarias para tomar el impulso y adentrarse en el nuevo y fascinante mundo de la cristalografía, y de transmitirle de la mejor manera al alumno lo que uno aprendió como docente”.

El interés por la cristalografía fue creciendo año tras año en el Colegio de Jesús. En 2014, se formaron 2 grupos de alumnas para estudiar y crecer cristales. Este año se organizaron 15 grupos con un total de 45 integrantes. “La curiosidad las lleva a querer conocer qué es lo que se hace en el laboratorio. Desde un principio saben que no va a ser fácil pero las ganas de aprender lo desconocido las impulsa a continuar. Durante los meses que dura el concurso acompaño a mis ‘niñas de los cristales’ en sus tardes enseñándoles todo lo que sé de cristalografía. Siempre les digo que el límite sea el cielo”, subraya Carrasco.

Cada año se presentan al Concurso de Crecimiento de Cristales para Colegios Secundarios de Argentina cerca de 350 proyectos elaborados por más de 1000 alumnos de todo el país.


La Magíster Laura Noto, Directora de VocAr, destacó que el Programa de promoción de vocaciones científicas tiene como objetivo general acercar la ciencia a la sociedad y mostrar los valores del trabajo científico. “Lo hacemos a través de distintitas herramientas que nos permiten trabajar con público general y con el sector educativo. Una de ellas es este concurso que se conforma con capacitación de los docentes y la presentación de los proyectos en donde los alumnos trabajan en grupo creciendo cristales. De este modo también se recupera el laboratorio de las escuelas como parte de la vida escolar”, puntualizó.

Asimismo Noto destacó el carácter federal del concurso y los talleres de la AACr que recorren las 24 jurisdicciones del país.

Cada año participan entre 2000 y 2500 docentes en las capacitaciones impartidas por químicos, físicos e ingenieros especializados en cristalografía, siendo gran parte de ellos investigadores y becarios del CONICET. Y se presentan en forma anual cerca de 350 proyectos elaborados por más de 1000 alumnos.

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