26 Feb 2020

El Instituto Leloir fue sede de la Escuela de Verano de Bioinformática

Del 17 al 21 de Febrero, la Fundación Instituto Leloir (FIL) y la Asociación Argentina de Bioinformática (A2B2C) dictaron un curso para 65 investigadores y estudiantes universitarios y de doctorado de todo el país sobre conceptos relacionados con el análisis de datos biológicos – asociados a múltiples patologías y otros procesos- haciendo uso de herramientas y enfoques generales de bioinformática. Esta fue la cuarta edición de la escuela, que ya ha ganado renombre y reconocimiento en la comunidad científica.

65 investigadores y estudiantes universitarios y de doctorado de todo el país asistieron a la cuarta edición de la Escuela de Verano de Bioinformática. 65 investigadores y estudiantes universitarios y de doctorado de todo el país asistieron a la cuarta edición de la Escuela de Verano de Bioinformática.


“Los participantes asistieron a charlas a cargo de especialistas para actualizarse en el manejo de programación, estadística y otras herramientas de la bioinformática relacionadas con el análisis de redes complejas. El aprendizaje que se llevan amplía sus capacidades de análisis de los datos que en muchos casos ellos mismos generan e impactará en las líneas de investigación que desarrollan en el campo de la biología”, indicó la doctora Cristina Marino-Buslje, jefa del Laboratorio de Bioinformática Estructural de la FIL, coordinadora de la escuela de verano de Bioinformática.

Las nuevas capacidades tecnológicas que generan datos biológicos mediante técnicas de alta productividad, como los “secuenciadores de genomas” que revelan la estructura del ADN, o el análisis de estudios clínicos en los que participan miles de pacientes, generan una cantidad de información tan enorme que exceden la capacidad de interpretación del discernimiento humano. Para hacer frente a ese desafío nació la bioinformática, un campo que engloba disciplinas tales como informática, matemática, física, estadística, ciencias de la computación, inteligencia artificial, química, bioquímica y biología, entre otras.

La bioinformática convierte una enorme cantidad de datos biológicos en conocimiento, es decir, permite su análisis en períodos de tiempo más breves.

Durante la escuela de verano, los participantes fueron capacitados para manejar apropiadamente conceptos relacionados con el análisis de datos, particularmente de “RNAseq”, haciendo uso de herramientas y enfoques generales de bioinformática. Estudios de este tipo permiten acceder a información sobre la presencia y cantidad de ARN (estructura intermediaria entre el ADN y las proteínas) en una muestra biológica en un momento dado. ​

“Las competencias que promovimos en los estudiantes les permitirá avanzar en el estudio de genes, proteínas y otras estructuras asociadas a sistemas concretos que los participantes están estudiando en sus respectivas líneas de investigación. Muchas de ellas se relacionan con cáncer, enfermedades neurodegenerativas e infecciosas y también vinculadas con el desarrollo de las plantas para mejorar el rendimiento de los cultivos”, indicó Ariel Chernomoretz, jefe del Laboratorio de Biología de Sistemas Integrativa de la FIL y también coordinador de la Escuela de Verano de Bioinformática.

Para Marino-Buslje y Chernomoretz, la escuela de verano es una excelente oportunidad para impartir conocimientos y capacidades, así como también para establecer redes de colaboración con equipos de trabajo de distintas instituciones científicas del país.