24 Abr 2019

Desarrollo de un modelo de cáncer de colon

Darío Bichara nació en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. Estudió Licenciatura en Biotecnología en la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario y realizó sus tesis de doctorado en el Laboratorio de Terapia Molecular y Celular que lidera el doctor Osvaldo Podhajcer en la Fundación Instituto Leloir (FIL).

“Tratamos de desarrollar una terapia hacia blancos que hoy en día no se atacan con los tratamientos convencionales” “Tratamos de desarrollar una terapia hacia blancos que hoy en día no se atacan con los tratamientos convencionales”


Durante su tesis de doctorado, Bichara trabajó en el desarrollo de moléculas con potencial impacto clínico para tratar algunos tipos específicos de cáncer, en particular el de colon en un estadio avanzado, el segundo tumor más frecuente en Argentina.

Para llevar adelante estos estudios, Bichara trabajó con un modelo de cáncer de colon desarrollado en el gusano Caenorhabditis elegans y las larvas de pez cebra. “Estos dos organismos, por más que a simple vista difieran mucho de nosotros, comparten muchos mecanismos celulares básicos con el ser humano. Es decir, muchas de las funciones básicas a nivel biológico son similares. Entre ellas, los mecanismos de crecimiento y división celular. Lo que observamos es que si estos mecanismos se ven alterados, al igual que lo están en un paciente oncológico, se puede desarrollar un organismo que modele la enfermedad”, explica.

Los modelos utilizados tienen los mismos “errores” o mutaciones genéticas que presentan muchos de los pacientes oncológicos. “Luego, los expusimos a una batería de moléculas esperando que estas estructuras tumorales redujeran su tamaño”, indica el joven doctor. Y agrega: “Nuestro objetivo era inhibir la función de una proteína que está al mando del crecimiento y la división celular y que se encuentra mutada en muchos pacientes, y se denomina K-RAS ”.

Hoy en día se entiende que cada tipo de cáncer es una entidad médica diferente, por eso la respuesta a un tratamiento depende mucho del tipo de cáncer y de cada paciente. “Hay algunos tipos de cáncer que hoy en día tienen una terapéutica muy buena ya que se avanzó muchísimo en los últimos años, y otros que siguen siendo fatales en el corto plazo”, señala Bichara. Y continua: “Es cierto que si el cáncer presenta metástasis en otras partes del cuerpo, se considera que es mucho más agresivo. En nuestro caso, tratamos de desarrollar una terapia hacia un blanco que hoy en día no se ataca con las terapias convencionales, tratando de poder dar más opciones a las terapias actuales”.

Para el flamante doctor, “haber investigado en la FIL fue una experiencia llena de desafíos, compartida con colegas dispuestos a colaborar en todo momento. Fue una etapa de gran crecimiento y madurez como persona y como científico. Una búsqueda constante de una ‘verdad científica’ en la que uno va aprendiendo de errores para perfeccionarse día a día”.

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