21 Dic 2023

Celebramos los 25 años del Laboratorio de Estructura-Función e Ingeniería de Proteínas

Con un simposio en el auditorio de nuestro Instituto, festejamos el aniversario del grupo que estableció Gonzalo de Prat Gay en 1998 y hoy es referencia en el estudio de los mecanismos bioquímicos fundamentales que operan en virus de alta relevancia médica y la comprensión del funcionamiento general de las proteínas, de aplicación en todos los campos de la biología y biotecnología.

Durante el encuentro disertaron miembros históricos y actuales del laboratorio que estableció Gonzalo de Prat Gay en 1998 en nuestro Instituto.
Alegría, abrazos de reencuentro y mucha ciencia. Así se vivió el 15 de diciembre en la Fundación Instituto Leloir (FIL), el día elegido para celebrar los 25 años del Laboratorio de Estructura-Función e Ingeniería de Proteínas, que dirige desde 1998 el investigador superior del CONICET Gonzalo de Prat Gay. Miembros históricos y actuales del laboratorio 209, por el que durante estos años pasaron unas 50 personas entre becarios e investigadores, dijeron presente en una jornada que se vistió de simposio y culminó con un ágape, del que también participaron autoridades y personal administrativo de nuestro Instituto.  

“Me alegra mucho tener a toda esta gente reunida acá. Es muy importante para mí”, señaló Prat Gay antes de cerrar el encuentro con una charla en la que repasó la historia de su laboratorio, cuyo origen se remonta a la época de su doctorado en el laboratorio de Ricardo Wolosiuk en nuestra institución (por entonces llamada Instituto Campomar). 

Aunque luego se fue cinco años a realizar su posdoctorado en Cambridge y pasó otros dos años en la Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil, el Bioquímico de la UBA finalmente regresó al país, ingresó al CONICET y estableció su laboratorio en nuestro Instituto. “Estaré eternamente agradecido a Wolosiuk, quien me enseñó que el quehacer científico es una profesión, no una tarea romántica como se suele creer”. Y agregó que “como tantas otras actividades, hacer ciencia es 10% inspiración y 90% transpiración”.
Gonzalo de Prat Gay junto a los organizadores del evento, Clara Smal (pantalón rosa), Gabriela Camporeale (de amarillo), Silvia Borkosky (pantalón a cuadros) y Leonardo Alonso.
En aquellos primeros años, el trabajo del equipo de Prat Gay se centró en el plegamiento de proteínas y como éstas reconocen y se unen a los ácidos nucleicos, fundamento del funcionamiento de los genes.  No obstante, el interés fue mutando y pasó por múltiples etapas hasta el momento actual, que es de referencia en el estudio de los mecanismos bioquímicos fundamentales que operan en virus de alta relevancia médica, como el virus del papiloma humano (VPH) y el sincicial respiratorio (VSR), y la comprensión del funcionamiento general de las proteínas.

“Quería trabajar en virus y cuando empecé a formar mi línea de investigación busqué uno que fuera una mínima unidad, lo más abarcable posible en cuanto a tener un número reducido de genes-proteínas. Elegí el VPH porque es estable, tiene ADN en su genoma y una cápside o envoltura hecha solo de pocas proteínas.  Además, es un virus que genera cáncer de cuello de útero, vaginal, y de garganta, entre otros”, cuenta el científico, que añade: “Hacíamos preguntas que tenían que ver con el VPH en particular, pero también con sus proteínas, en general”. 

Luego, Prat Gay pasó a trabajar con el virus sincicial respiratorio (VSR), que es de ARN y tiene un impacto importante en la Argentina porque es la primera causa de bronquiolitis en los niños. “Empezamos a investigar sobre sus proteínas y cómo se forma lo que se llama su complejo de replicación, o sea, la maquinaria molecular que transcribe los genes”, recuerda el científico. “Esto nos llevó a ingresar en un área nueva, que es la de los condensados biomoleculares por separación de fases líquido-líquido y que en sólo 13 años ha revolucionado toda la biología”, enfatizó.

El grupo de Prat Gay fue de los primeros a nivel mundial en reportar que la proteína p53, conocida por su acción de supresora tumoral, también forma condensados y cómo eso se relaciona con los diversos tipos de cáncer, además del asociado al VPH.  Hoy esa es una de las líneas importantes en las que trabajan en su laboratorio, que integran también Silvia Borkosky, Gabriela Camporeale, Nicolás Demitroff, Ramón Peralta Martínez, Araceli Visentín, Alicia Sierra y Ezequiel Butti.  
Ayer y hoy. Arriba, el grupo del laboratorio en 2007; abajo, el equipo actual.
Durante el simposio, también disertaron varios ex colaboradores del equipo, entre ellos, Marcelo Salame, actual director y cofundador de Alytix, una startup santafecina que utiliza herramientas microbiológicas y bioinformáticas para desarrollar alternativas seguras, eficientes y sustentables a los antibióticos. “Nuestra carrera profesional se va armando como un rompecabezas, en base a las interacciones que se establecen en el camino. Creo el que el laboratorio 209 es una de esas piezas fundamentales de mi trayectoria”, resumió el biotecnólogo. 

Por su parte, Diego Ferreiro, actualmente investigador del Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, añadió: “Durante mi paso por el laboratorio de Gonzalo aprendí y desaprendí muchas cosas”. Y luego, en una suerte de stand up científico, repasó junto a su colega Ignacio Sánchez el auge y la caída de algunos de los dogmas centrales de la biología. 

Leonardo Alonso, Clara Smal, Diana Wetzler, Lucía Chemes, Mariano Dellarole, Santiago Di Pietro, y Silvia Borkosky fueron otros de los oradores del día.
Reencuentro de miembros del laboratorio 209 que participaron del simposio.
A la hora del balance por estos 25 años, de Prat Gay no dudó: “Mi laboratorio siempre ha tenido disciplina, en el sentido de constancia. Acá la gente se tiene que ver la cara todos los días, trabajan todos juntos. Creo que hemos hecho, y hacemos, muy buena ciencia y que con recursos limitados competimos muy bien a nivel internacional”. Y concluyó: “Me gusta jactarme de que gran parte de la gente que se formó en mi laboratorio está en lugares importantes, volcando sus conocimientos y aprendizajes en la Argentina, que es algo que yo siempre fomenté. También hay muchos trabajando en la industria. Esos son objetivos que a mí me interesaban especialmente y le dan un sentido enorme a todo lo que siempre intenté hacer”.